
Los primeros 100 días de Gustavo Petro en el poder parecen para algunos un postre del que estaban muy antojados pero del cual sirven menos de lo prometido. Para otros han sido una pesadilla matizada o el inicio del conteo regresivo en una bomba de tiempo. ¿Qué creemos bueno, malo o discutible? Les contamos algunos puntos clave:
- No es una pesadilla…
1. El apoyo internacional, los acuerdos con ganaderos, los nuevos programas de titulación, subsidio y crédito, la ampliación del presupuesto del Ministerio de Agricultura y la entrega masiva de predios para campesinos (en especial para quienes han sido víctimas de la violencia) son buenos primeros pasos para una reforma agraria sólida.
2. El restablecimiento de relaciones con Venezuela, sin dejar de ser críticos al régimen ni reducir esfuerzos por concretar que Maduro se reúna con la oposición, favorece a ambos países humanitaria y comercialmente.
3. El cambio de enfoque del Icetex está permitiendo la condonación masiva de deudas y el lanzamiento de créditos universitarios sin intereses.
4. Aunque no haya detalles aún, el subsidio de 500.000 pesos a madres cabeza de familia impacta uno de los pilares de la desigualdad en el país: la inequidad de género.
5. José Antonio Ocampo se ha puesto la 10 para conciliar y explicar la reforma tributaria, pero sobre todo para apagar incendios de un gabinete bastante inexperto.
6. A través del discurso de Petro ante la ONU, de la apuesta de Colombia por volver a la Unasur y de la búsqueda de alianzas por la protección del medio ambiente, el país ha adquirido liderazgo regional sobre las agendas en torno al narcotráfico y la transición energética.
- Pero tampoco es un sueño…
1. “Ese escándalo pudo ser un WhatsApp”: la pésima coordinación y preparación de ministros y viceministros para enfrentar a la prensa ha costado millones de dólares, devaluación del peso y caída de la confianza en el gobierno. Si no fuera por la vocería de Ocampo, que parece fact-cheker de sus propios compañeros, incluido Gustavo Petro, quién sabe en qué precio del dólar estaríamos.
2. El gobierno se está rajando en participación de mujeres en altos cargos públicos.
3. Petro ha dejado plantado a “Raimundo y todo el mundo”, en ocasiones con explicaciones insuficientes.
4. Las copiosas protestas en Bogotá por los detenidos en el paro nacional que siguen en la cárcel dejan en evidencia que la promesa de liberarlos no era más que populismo, que además reiteró el gobierno con una polémica intervención del director de la policía y un viceministro sobre una manifestación al norte de Bogotá.
5. El gobierno ha nombrado a muchas personas cuestionables en cargos diplomáticos, incluyendo a Alex Vernot, a amigos carentes de experiencia diplomática.
- Ojo con la “paz total”:
A todos nos emociona la idea de un país en paz. De hecho, el solo anuncio, combinado con los diálogos regionales vinculantes, ha aportado a la reducción de la violencia en el país, y en especial a descenso en asesinatos a excombatientes y el alto a las invasiones e tierras. Sin embargo, la nueva Ley de Orden Público, que sirve de marco para la propuesta de “paz total”, deja preguntas que ni Gustavo Petro ha podido responder:
-¿Qué pasará con las disidencias de las FARC?
-¿El sometimiento de grupos como el Clan del Golfo va a significar impunidad?
-¿Cómo van a evitar que nuevos grupos controlen los negocios ilegales que están en manos de los grupos actuales?
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