
Un alto tribunal boliviano sentenció a Jeanine Áñez a diez años de cárcel, tras juzgarla por darle un golpe de estado a Evo Morales en 2019. Como se recordará, en octubre de 2019 hubo denuncias de fraude sobre la elección de Morales las cuales resultaron un levantamiento popular que llevó a la dimisión de Morales y a su exilio en Argentina. Áñez asumió el poder y permaneció el la presidencia por un año.
¿Politización de la justicia?
Human Rights Watch (HRW) manifestó su preocupación por la falta de imparcialidad en el proceso contra Áñez y por la forma en la que funciona la justicia en Bolivia en general señalado que los presidentes —tanto Áñez,en su momento, como el actual presidente Luis Arce— su aprovechan de la falta de independencia de las cortes para asediar a sus opositores. Un grupo de veintitrés presidentes iberoamericanos le pidió a la ONU y a la Unión Europea que repudiaran la intención de sentenciar a Áñez de forma arbitraria.