
El Banco Central Europeo (BCE) sorprendió aumentando sus tasas de interés. La sorpresa vino por el monto del aumento, más que por el hecho mismo. La tasa se incrementó en 0,5% a pesar de que habían sugerido que el incremento sería sólo del 0,25%. Es el mayor aumento en una década y hace que el BCE abandone la política de tasas negativas que había adoptado desde la crisis griega del 2012. La medida sigue los pasos tomados por el FED y el Banco de Inglaterra y está motivada por la inflación, la cual llegó al 8,6% en la eurozona.
La medida del Banco Central Europeo puede tener implicaciones negativas para los países con altos niveles de deuda, como Italia o España, por el aumento en los costos del crédito. Igualmente, tendrá consecuencias para las economías emergentes, como la de Colombia, porque las medidas antiinflacionarias fortalecerán al euro e incrementarán los costos de las importaciones.