La explosión de una bomba en Pakistán acabó con la vida de al menos 59 personas y dejó a otras 157 heridas, la mayoría eran agentes de policía. El ataque suicida se dio al interior de una mezquita ubicada en Peshawar, cerca a la frontera con Afganistán. Uno de los agentes mencionó que el atacante era un hombre afgano que residía Pakistan, este se encontraba en las primeras filas durante la plegaria de la tarde, junto con otras 300 personas.
El lugar estaba cerca a un bloque de viviendas de la policía, ya que era un complejo que alberga el cuartel general de la policía provincial y un departamento de lucha contra el terrorismo, en el que habría al menos otras 260 personas. La explosión afectó la estructura y las dos plantas fueron derrumbadas, enterrando a varias personas bajo los escombros.
Varias fuentes aseguran que esté lugar está fortificado y es una de las zonas con mayor vigilancia en la ciudad, ya que en este se encuentra también las oficinas de varias agencias de inteligencia paquistaníes. Aun ningún grupo armado ha reclamado los sucesos, aunque se rumora que los responsables serían los talibanes.
Desde su regreso al poder en 2021, Pakistán ha sido víctima de fuerte violencia y deterioro de su seguridad. Además, se han reanudado los atentados por el ISIS-K y otros grupos militares. De hecho, en 2021 el Estado Islámico asesinó a 64 personas en otra mezquita chií de Peshawar, el peor acto terrorista sufrido en el país desde 2018. El Primer Ministro de Pakistán condenó los hechos mencionando que los terroristas buscan crear miedo, y continuó diciendo que la nación y las instituciones están unidas en contra de estos actos.
