
En el marco del Catargate —el escándalo de corrupción que sacude al Parlamento Europeo— se conoció que Francesco Giorgi confesó haber recibido sobornos por parte del gobierno de Catar para influir las decisiones de este cuerpo legislativo.
Giorgi, de nacionalidad italiana, es la pareja sentimental de Eva Kaili, implicada en el escándalo. En su declaración, Giorgi asumió la culpa y trató de exonerar a Kaili. Sin embargo, la justicia belga tiene otras pruebas en contra de la exvicepresidenta de la eurocámara, quien fue destituida de su cargo y se encuentra detenida. En su residencia y en la del exeurodiputado italiano Antonio Panzeri se encontraron €1.5 millones en efectivo. Adicionalmente, el padre de Kaili fue capturado saliendo de un hotel de Bruselas con bolsas llenas de dinero.
Por su parte, el Parlamento Europeo está tomando medidas para sancionar a los responsables y tratar de evitar que se vuelvan a presentar situaciones similares. La presidenta del parlamento, Roberta Metsola, anunció que están considerando prohibir el ingreso de oficiales cataríes a las instalaciones del parlamento.
Adicionalmente, discutirán una “reforma amplia”, cuyos términos se darán a conocer en próximas semanas. Entre las medidas a consideran están una prohibición a todos los “grupos de amistad” no oficiales con terceros países, el refuerzo de sus sistemas de protección de los denunciantes y una revisión completa de toda la legislación reciente. De hecho, ya se anunció que el Parlamento había suspendido el trabajo de cualquier legislación que involucrara a Catar.
El gobierno catarí insiste en rechazar cualquier intento de que les asocien con actividades ilegales.