
Boris Johnson enfrenta la posibilidad, al parecer inminente, de que el parlamento realice una moción de censura para retirarlo de su cargo como primer ministro. Ya son treinta los parlamentarios conservadores que han pedido su renuncia. Igualmente, el apoyo de la ciudadanía ha caído en picada: su aprobación neta (aprobación – desaprobación) llegó a -15. Johnson se rehúsa a disculparse por haber estado en fiestas en las que se departió alegremente, con abundante comida y trago, mientras que su país se encontraba en confinamiento por el Covid —por instrucción suya— tal como lo muestran múltiples fotos hechas públicas recientemente. En la tarde de ayer, el parlamentario conservador John Stevenson envió una carta solicitando que se dé la moción de censura.