
El gobierno chino anunció que su meta de crecimiento económico para 2023 será tan sólo del 5%, la cifra más baja en las últimas décadas. El anuncio lo hizo el primer ministro Li Keqiang en un discurso ante la Asamblea Nacional Popular de China, que requiere la aprobación del presidente Xi Jinping.
Esta baja expectativa se debe a una serie de desafíos a largo plazo que incluyen las restricciones causadas por la pandemia, la desaceleración del mercado inmobiliario, un mayor control del gobierno sobre la empresa privada y la guerra comercial entre Estados Unidos y China que afectaron al crecimiento en 2022.
En general, los analistas consideran que la era de crecimiento alto de China ha terminado y se espera que su economía crezca en promedio un 2-3% anual hasta 2050. Aunque las autoridades chinas buscan estimular el consumo en los hogares y la estabilidad del gasto en grandes proyectos, no tienen la intención de depender en gran medida de los recursos del gobierno para estimular el crecimiento económico en 2023.
A pesar de que en su discurso Li señaló la intención del gobierno de generar 12 millones de empleos urbanos y solucionar el déficit de vivienda, no es claro de dónde saldrán esos recursos. Esto teniendo en cuenta también se anunció un aumento del 7,2% en su presupuesto de defensa para 2023, lo que continúa la tendencia de aumento en este rubro en los últimos años. Además, recientemente Xi ha enfatizado la necesidad de aumentar el gasto en defensa y diplomacia en lugar de en el gasto público general, como parte de la modernización y preparación del ejército chino para un posible conflicto en Taiwán.