
Este martes un grupo de conductores de Uber ganó un caso que les permitirá ser tratados como empleados y adquirir derechos y protecciones laborales. Así lo declaró el Tribunal Laboral de Nueva Zelanda al dictaminar que no eran contratistas independientes, como la aplicación había asegurado.
El caso de estos conductores fue tomado por dos sindicatos nacionales, y a pesar de que el fallo se aplica específicamente al caso de los cuatro conductores implicados, el tribunal señaló que puede influir en un futuro a la situación laboral de los conductores de Uber de todo el país.
Por su parte, un portavoz de Uber comentó que la empresa estaba decepcionada de sus empleados y que apelaría a la decisión del tribunal. Este proceso se une a una serie de casos en todo el mundo en el que distintos trabajadores han llevado a tribunales a empresas de la llamada “gig economy” para poder conseguir derechos laborales.
Por otra parte, la compañía de transporte también sigue recibiendo presión en Europa. Mark MacGann, antiguo lobbista de Uber, y quien en julio pasado denunció cómo Uber habría presionado a varios gobiernos acomodar las leyes a su favor, volvió a aparecer ayer. En esta ocasión, MacGann le pidió a los legisladores de Europa que revisen el poder “desproporcionado” y “antidemocrático” que pueden llegar a tener las empresas de tecnología, como su exempleador.