
La crisis política en Perú continua vigente pese a los esfuerzos de la misión de alto nivel de la OEA que visitó el país las últimas dos semanas. El Congreso, controlado por la derecha, llevará a cabo un nuevo intento de remoción del presidente este miércoles. Castillo respondió con un tono desafiante a la decisión del legislativo, mientras que la misión de la OEA pidió que se hiciera una “tregua política”.
Eladio Loizaga, líder de la misión de la OEA, presentó el informe preliminar ante el Consejo Permanente de la organización el jueves pasado. En él se invitaba a los principales actores políticos de Perú, incluyendo a la Presidencia, el Congreso y las altas cortes, a adelantar un diálogo nacional apoyado por alguna organización internacional. Mientras se instala el mecanismo de diálogo, la OEA también recomendó que se hiciera una tregua política por cien días de manera que se apaciguara la crisis y el gobierno de Castillo pudiera llevar a cabo su plan de gobierno.
No obstante, el Congreso hizo caso omiso y aprobó una moción para intentar remover a Castillo de su cargo por “incapacidad moral”. Esta sesión se llevará a cabo el próximo miércoles en la tarde. Para que sea aprobada se necesitan 87 votos, cantidad con la que no cuenta la oposición. Esta será la tercera vez que el Congreso intenta remover a Castillo desde que se posesionó en junio de 2021. La primera tuvo lugar en diciembre del año pasado, pero no llegó a debate en el pleno del Congreso por falta de votos. La segunda fue en marzo pasado y la oposición sólo logró 55 votos.
Por su parte, Castillo hizo una alocución televisada para responderle al Congreso. “Nada impedirá que sigamos al mando de la nación hasta el último día de nuestro gobierno, el 28 de julio del año 2026”, señaló el mandatario. Pese al ruido del ejecutivo y del legislativo, la situación en Perú es frágil. Un 70% de los peruanos rechaza la gestión de Castillo y un 85% tiene una opinión negativa del Congreso.