
Una serie de investigaciones hechas por el equipo del medio alternativo Vorágine, ha venido destapando, con la ayuda de Juan Pablo Barrientos, distintas historias de abuso de la iglesia católica en el país. En este caso, Vorágine tuvo acceso a los archivos secretos de la Arquidiócesis de Medellín, documentos que revelaron que, en esta iglesia, habían al menos 62 curas denunciados por abuso sexual.
Los archivos revelan, por ejemplo, que el arzobispo de Medellín Ricardo Tobón ha intentado encubrir los abusos por parte de múltiples sacerdotes, llegando incluso a afirmar que se trata de una “persecución contra la Iglesia católica” y a mentir en la información solicitada por la Corte Constitucional, sobre uno de los casos. La mayoría de las denuncias presentadas en contra de estos sacerdotes han prescrito, por lo cual han terminado archivadas en la Fiscalía. Vorágine, envió un derecho de petición a la fiscal María Victoria Salazar, coordinadora del Centro de Atención Integral a Víctimas de Abuso Sexual, exigiéndole que citara a Tobón a lo cual Salazar respondió que no lo hacía pues él no había sido denunciado sexualmente por nadie. De los 62 curas denunciados, 32 siguen ejerciendo como sacerdotes bajo la protección del arzobispo Tobón.