
Instagram @Damienhirst
Damien Hirst es un reconocido artista británico que apareció en la escena internacional a finales de la década de 1980. Desde entonces, se ha dedicado a crear instalaciones, esculturas, pinturas y dibujos que motivan la reflexión entre el arte y la belleza, la religión y la ciencia y, en últimas, la vida y la misma muerte. Con obras como pinturas serializadas de puntos multicolor, o cadáveres de animales preservados en tanques de formaldehído, su trabajo se considera provocador por desafiar los sistemas de creencias contemporáneos y escarbar en los recovecos de la experiencia humana.
El verano pasado, el artista planteó una importante pregunta a sus compradores: ¿Qué es más valioso, un NFT o una pintura? Con esto en mente llevó a cabo un nuevo proyecto llamado The Currency, en el que ofreció al público diez mil pinturas únicas de puntos en versión física y NFT La condición de la compra era que debían elegir sólo un formato para quedarse. Lo que descartaran sería destruido para siempre en el 2022.
Así, mientras que 5149 compradores optaron por mantener su arte físico, 4851 decidieron quedarse con los NFT; se dividieron prácticamente por mitades. Hirst también conservó 1000 de ellos después de enfrentarse a la misma decisión que sus compradores. El artista declaró que al final decidió mantener todo en dicho formato porque, teniendo en mente sus colecciones futuras, considera que está en un momento clave para demostrar toda la confianza que tiene en esta parte del mundo digital, incluso con el dolor que le produce tener que quemar las mil pinturas hechas por él.
En la página web del proyecto, Hirst explica que con The Currency lo que busca es explorar los límites del arte y la moneda. La exposición utiliza un algoritmo de aprendizaje automático para analizar y categorizar todas sus pinturas parecidas. Por medio del escaneo de cada pieza, los colores, el tamaño de las gotas y las texturas se digitalizan para encontrar cuáles son los factores que determinan que cada lienzo sea único, en miras de no producir dos iguales.
Esta curiosa exposición se produce en un contexto en el que más artistas y coleccionistas están inclinándose por incinerar obras de arte. Un ejemplo sería lo sucedido recientemente en México cuando Martin Mobarak, millonario empresario de criptomonedas, quemó un dibujo de Frida Kahlo después de volverlo NFT, con el objetivo de hacer una transición permanente al metaverso.