
La economía china reportó un crecimiento más rápido del que ese esperaba en los primeros tres meses del año después de que se levantaran las duras y controvertidas restricciones de la política cero covid. Según informes oficiales, en comparación con el mismo período del año pasado, el PIB creció un 4,5%.
Al levantar las medidas restrictivas en diciembre, Pekín se comprometió a impulsar la economía china por medio de actividades que reforzaran el gasto de los hogares y, a su vez, aumentaran la producción. Hasta ahora se sabe, gracias a datos separados de marzo, que las ventas minoristas aumentaron un 10,6%, mientras que la producción en las fábricas del país tuvo un alza de 3,9%.
Dudas sobre la sostenibilidad del crecimiento
No obstante, a pesar de que los reportes presentados parecen sólidos, expertos en economía de todo el mundo aseguran que es improbable que la economía china siga creciendo al mismo ritmo. La demanda global de productos chinos no es tan alta como antes de la pandemia, en particular la de bienes tecnológicos porque tanto Estado Unidos como Europa están tratando de reducir su dependencia de China en este sector. Entonces, el crecimiento debe centrarse en consumo doméstico. Sin embargo, tras el boom de consumo con la reapertura, es posible que el ímpetu de gastar dinero de la gente se disipe.
Por ahora, las autoridades, incluido el Banco Popular de China, prometieron aumentar el apoyo a la economía de China para ayudar a frenar el desempleo, pero están limitadas en cuanto a las medidas que pueden tomar. El norte es impedir que el crecimiento del PIB chino se desplome como sucedió el año pasado.