Antony Blinken, Secretario de Estado de EE. UU., hizo una visita relámpago a Kiev, su segunda este año, para anunciar un nuevo paquete de ayuda para Ucrania y sus aliados. El beneficio llega en un momento que el mismo Blinken definió como fundamental por los buenos resultados que está teniendo la contraofensiva ucraniana, particularmente en el sur del país.
El monto total de la ayuda para Ucrania es de USD $2600 millones, con lo que Washington alcanzaría ya los USD $13,000 millones que ha brindado al régimen ucraniano. El dinero será destinada principalmente a la compra de obuses, municiones, vehículos Humvee, ambulancias blindadas y sistemas antitanques. Este paquete sólo requiere que el Congreso sea notificado, pero no es necesaria su aprobación.
El dinero está dirigido principalmente a Ucrania ($1000 millones de dólares), pero también a dieciocho países que Estados Unidos considera que están en riesgo de sufrir agresiones por parte de Rusia. El resto de la bolsa, por tanto, se repartiría entre Albania, Bosnia y Herzegovina, Bulgaria, Croacia, Eslovaquia, Eslovenia, Estonia, Georgia, Grecia, Kosovo, Letonia, Macedonia del Norte, Moldavia, Montenegro, Polonia, República Checa y Rumania Pero, como es usual, la ayuda de Estados Unidos toma la forma de subvenciones y préstamos para que los países compren las armas y demás hardware directamente a los fabricantes de ese país.
