
La Oficina de Análisis Económicas (BEA) anunció ayer que la contracción real del PIB de Estados Unidos fue de un 0.6% frente al 0.9% de retroceso a tasa anual que se estimaba inicialmente. Estos señalan que Estados Unidos estaría en una ‘recesión técnica’, término acuñado por economistas cuando hay dos trimestres de contracción económica. La contracción del trimestre anterior fue de 0.4%. La BEA también explicó que el fenómeno se debe a los descensos registrados en cuanto a inversión privada en inventarios, en inversión residencial fija y en el gasto del gobierno de Biden. No obstante, también explicó que se dio en un momento en el que el país sigue contando con una baja tasa de desempleo, una inflación continua, tipos de interés al alza y problemas en las cadenas de suministros, ocasionados por la guerra de Ucrania y como consecuencia a largo plazo de la pandemia.
Sin embargo, también hay datos positivos en términos de reducción del desempleo, consumo y producción industrial, por lo que todavía no se habla de recesión. Adicionalmente, mientras que el PIB disminuyó, el Ingreso Interno Bruto aumentó ligeramente, un 0,3%, lo cual tiene a los economistas rascándose la cabeza porque los dos indicadores, que miden básicamente lo mismo pero desde puntos de vista diferentes (el gasto de una persona es el ingreso de otra), deberían ser iguales.