Las anticipadas elecciones presidenciales en Brasil dieron como ganador a Lula frente a Bolsonaro en la primera vuelta, pero no con un margen cómodo como lo preveían las encuestas. La ventaja de 5% es pequeña de cara a la segunda vuelta que se realizará el próximo 30 de octubre. Lula obtuvo el 48,4% de los votos frente al 43,2% de Bolsonaro. La diferencia en votos fue de más de 6 millones de votos adicionales para Lula. Los sondeos subestimaron de manera importante el caudal electoral de Bolsonaro: las últimas encuestas le daban sólo un 35% de la intención de voto al actual presidente.
Otra sorpresa de la elección fueron los casi 5 millones de votos que obtuvo Simone Tebet, senadora del partido de centro derecha Movimiento Democrático Brasileño. La jornada se llevó a cabo en calma y se caracterizó por las largas filas que hubo en los puestos de votación en todo el país. La tasa de participación fue del 79%.
Si bien Bolsonaro podría intentar cortejar a los votantes de Tebet y de Ciro Gomes del Partido Laborista Democrático —cuarto en la elección con 3,5 millones de votos—, una encuesta de Datafolha mostró que la segunda opción de los partidarios de Tebet y Gomes era Lula. Adicionalmente, la recuperación económica de Brasil ha sido más lenta de lo que hubiera querido Bolsonaro y esto es algo que podría resultarle costoso porque el desempeño económico del país es percibido como el principal problema por gran parte de los votantes. No obstante, en una elección tan cerrada y polarizada es muy complejo predecir el resultado de la segunda vuelta de estas elecciones presidenciales de Brasil. Pese a lo que se había anticipado, Bolsonaro no cuestionó el resultado.
