
Cientos de alumnas de colegios femeninos de Santa de Qom —ciudad ubicada en el centro de Irán—, reportaron síntomas de envenenamiento en los últimos meses. Según las autoridades sanitarias de la región, los casos no obedecerían a factores aislados sino que, más bien, hacen parte de una estrategia de terrorismo biológico que tiene el objetivo de que dichos centros educativos para mujeres se vean obligados a cerrar sus puertas.
Desde finales de noviembre, los medios iraníes habían estado reportando múltiples casos de envenenamiento por vía respiratorias de niñas en las escuelas de Qom. Después, se conocieron episodios parecidos en Borujerd —ciudad ubicada al oeste del país. Ante las denuncias, Ali Bahadori Jahromi, portavoz del gobierno, anunció que los ministerios de Inteligencia y Educación estaban cooperando para avanzar en las investigaciones que, hasta el momento, solo han arrojado que el origen de los envenenamientos no es accidental.
Los ataques han llevado a que las familias de las niñas tomen la decisión de no permitirles asistir a las clases. Según informes de una de las escuelas de Qom, de 250 estudiantes, solo 50 siguen yendo al colegio. Adicionalmente, debido a las múltiples protestas de los padres —junto a la lentitud del avance en las investigaciones—, muchos de los centros educativos se han visto obligados a cerrar. No obstante, a pesar de las demoras, el proceso investigativo ha permitido, por lo menos, especular que el envenenamiento masivo puede tener que ver con algún intento de venganza hacia las mujeres por el papel que desempeñaron en las protestas que resultaron del asesinato de Masha Amini y el posterior surgimiento del movimiento anti hiyab obligatorio.