
Después de un día de descanso en Carcasona, hoy un fatigado y diezmado pelotón retomará la ruta para afrontar la tercera y última semana de la Grand Boucle. Y el reto no es de poca monta: se vienen tres etapas seguidas en los Pirineos, dos de las cuales tendrán final en ascenso y prometen ser clave para las aspiraciones de quienes quieren vestirse de amarillo en las calles de París el próximo domingo. Y es que la competencia está completamente abierta. Tanto el Jumbo de Vingegaard, como el UAE de Pogacar tienen dos hombres menos por abandonos debidos a caídas o Covid. Esta situación podría ser aprovechada por el Ineos, de Dani Martínez, que tiene la escuadra intacta y tiene a dos corredores en el top 5 de la clasificación general: Geraint Thomas y Adam Yates. Sin embargo, la jornada definitiva será la contrarreloj individual de 40 km planos del sábado 23.
Por su parte, Nairo Quintana ha tenido una carrera muy buena y espera poder atacar en los Pirineos para tratar de subirse al podio en París, como ya lo hizo en 2013, 2015 y 2016. Tendrá que esforzarse y contar con suerte porque su principal gregario, Warren Barguil, abandonó el Tour por dar positivo para Covid.
Dani Martínez y Rigo Urán cumplirán el papel de gregarios en sus equipos, pero, ¿quién sabe?, puede ser que se metan en alguna grupetta de escapados y tengan chance de ganar en el Peyragudes o en el Hautacam.