
Yevgeni Prigozhin, jefe del Grupo Wagner —aliado de Rusia en el frente de combate ucraniano— denunció que Moscú no ha enviado un paquete de municiones que había prometido para sus mercenarios. En palabras de Prigozhin, el accionar ruso sólo podría explicarse pensando en términos de burocracia ordinaria o traición, término que ya había utilizado con anterioridad para atacar a Vladimir Putin en febrero por, de nuevo, no haber realizado los suministros. En lo dicho por el grupo también se resalta el miedo de sus participantes por la posibilidad de que los vuelvan “chivos expiatorios” en caso de que Putin pierda la guerra.
A pesar de que las fuerzas rusas tienen rodeada toda la ciudad de Bajmut, todavía no han logrado apoderarse de ella totalmente y, por lo que parece, eso podría deberse al retraso en la entrega de municiones denunciada por el grupo Wagner que, en palabras de su jefe, continúan “aplastando” al ejército ucraniano incluso en la situación en la que se encuentran. Ante las acusaciones, el Ministerio de Defensa negó que existiera dicha falta, asegurando que todo el material requerido por los “voluntarios” —el nombre que se les asignó a los mercenarios— fue entregado.
Los mercenarios del grupo Wagner son la principal fuerza de asalto en Bajmut. Después de los últimos ataques y enfrentamientos que tuvieron lugar en la región, el presidente Zelenski declaró que sus fuerzas seguirán defendiendo la ciudad solamente mientras siga siendo razonable, teniendo en cuenta el nivel de bajas. Por ese motivo, no se descarta que las tropas de Ucrania abandonen la contienda en ese terreno, en donde aún resisten 4.500 de los 70.000 habitantes que residían allí antes del inicio del conflicto.