
Desde 1950, 4812 niños fueron abusados sexualmente en Portugal por miembros de la iglesia católica, y esto serían tan solo “la punta del iceberg”, según un informe de una comisión independiente que estableció la Conferencia Episcopal para investigar el tema. También revelaron que el 77% de los agresores fueron sacerdotes.
La comisión recolectó 564 experiencias de personas que dijeron haber sido víctimas, analizó documentos de la iglesia y habló con funcionarios del clero. Y aunque se mencionan cientos de víctimas, tan solo 25 testimonios habrían sido enviados a la fiscalía para que se inicien las investigaciones. Los otros casos fueron hace más de 20 años, por lo tanto, no se podrían iniciar los procedimientos correspondientes.
Según Pedro Strecht, psiquiatra que encabeza la comisión, la mayoría de las víctimas estaba entre los 10 y 14 años, el 57% eran hombres y el menor tendría dos años cuando fue abusado. Además, revelaron que, en su mayoría, los abusos fueron perpetrados en escuelas católicas, iglesias, casas de sacerdotes y confesionarios. La comisión recomendó a la iglesia que se denunciaran todos los presuntos abusos y se buscara apoyo psicosocial a las víctimas.
Jose Ornelas, presidente de la Conferencia Episcopal —y quien es investigado por la fiscalía por encubrir abusos sexuales— dijo que los obispos de Portugal se reunirían en 3 de marzo en búsqueda de “mecanismos más eficientes y apropiados” frente a la prevención de los abusos. También mencionó, al respecto de las revelaciones, que son “una herida abierta que nos duele (a la iglesia) y nos avergüenza”.
La investigación en Portugal habría iniciado luego de que se revelara, en un informe, el abuso a más de 200.000 niños en Francia, por parte de sacerdotes y funcionarios religiosos. Actualmente, la comisión está preparando una lista de los sacerdotes acusados que aún ejercen funciones eclesiásticas, teniendo en cuenta los casos de encubrimiento de abuso sexual en los que se vio envuelta la Iglesia católica de Portugal el año pasado.