
Hay titulares desafortunados, o que desatan mala suerte. Este del San Francisco Chronicle hace cinco días, diciendo que el verano en California estaba tan bajo en incendios que parecía un verano normal, es todo un hito de la “sal” periodística. Más de 3000 personas han sido evacuadas y el estado de California se encuentra en emergencia por el incendio Oak, uno de los más fuertes que ha vivido la región.
Los bomberos reportan que a pesar de redoblar esfuerzos, el incendio Oak está lejos de ser contenido y avanza sin control sobre el Parque Nacional Yosemite. La causa exacta del incendio sigue siendo investigada, pero responde al mismo fenómeno de ola de calor que está afectando fuertemente a varias regiones de Europa y a otros estados de EE.UU. Desde hace semanas los expertos han insistido en que esto iba a pasar y que el gobierno Biden no estaba haciendo lo suficiente para reducir daños.