
Decenas de millones de personas en Canadá y Estados Unidos se encuentran bajo alerta por la mala calidad del aire como consecuencia de cientos de incendios forestales que afectan a casi todas las provincias canadienses, pero en particular a Ottawa y Quebec. Por cuenta del viento, el humo y material particulado se ha expandido por vastas zonas del este de Canadá y del norte y nordeste de Estados Unidos.
Aproximadamente hay más de 400 incendios activos en Canadá, de los cuales unos 240 son considerados como fuera de control por parte de las autoridades. Esta es, sin duda, la peor temporada de incendios forestales en Canadá. En lo que va del año, ya se quemaron 3,3 millones de hectáreas —equivalentes al área de un país como Bélgica o el departamento de Nariño— lo cual es más de 13 veces el promedio de los últimos 10 años.
Las condiciones climáticas particularmente secas y cálidas han creado las condiciones propicias para el aumento en el número de incendios forestales. Las autoridades estiman que estas condiciones continuarán durante todo el verano, por lo que los incendios van a ser muy difíciles de controlar.
Alertas por mala calidad del aire
Este martes (06/06/2023), la agencia ambiental canadiense emitió una advertencia de calidad del aire muy severa para Ottawa, calificándola como un “riesgo muy alto” para la salud de las personas. En Toronto y sus alrededores, la calidad del aire se clasificó como “alto riesgo”. Mientras tanto, la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos clasificó la calidad del aire en gran parte del noreste como “poco saludable”, especialmente para las personas con problemas respiratorios.
En total, se estima que alrededor de cien millones de personas en toda América del Norte se encuentran bajo alguna forma de advertencia de calidad del aire.