
Corea del Norte y Corea del Sur protagonizaron el miércoles un preocupante intercambio de misiles sin precedentes. Por primera vez en todas las pruebas militares de las que han sido participes, los proyectiles cayeron en las aguas respectivas de cada país. Hay preocupación en la región y en el mundo porque se trata de un escalamiento del conflicto que podría terminar con un conflicto entre los dos países.
Corea del Norte inició con el lanzamiento de cuatro misiles balísticos de corto alcance, sumados a otros tres lanzados dos horas más tarde. Uno de ellos sobrepasó la Línea Límite Norte (LLN) hasta precipitarse 26 kilómetros al sur de la demarcación. A pesar de que estos misiles cayeron fuera de las aguas de Corea del Sur, estuvieron cerca del este de la ciudad de Sokcho y la isla de Ulleung, por lo que los habitantes de dichos territorios tuvieron que esconderse en refugios antiaéreos. Un tiempo Pionyang lanzó una decena más de proyectiles.
Como respuesta a la ofensiva, Corea del Sur disparó tres proyectiles de precisión aire-tierra que también rebasaron la LLN, continuando un intercambio de misiles que se extendió durante once horas. Este frenético juego de provocación militar se da en el marco de los ejercicios que Corea del Sur y EE.UU llevan a cabo cerca de la península —y que Piongyang ha denunciado como simulacros de invasión—, lo que empeora el panorama de tensión regional.