
Un ataque con drones, que habría causado una gran explosión el sábado en Isfahán, tercera ciudad de Irán por población, fue orquestado por la agencia de inteligencia israelí Mosad, según señalaron altos funcionarios de inteligencia estadounidenses. El blanco de la misión fue una instalación militar, la cual habría sido atacada para afectar la capacidad militar de Irán, en particular respecto a su programa nuclear.
Isfahán es un centro de producción, investigación y desarrollo de misiles para Irán, incluido el ensamblaje de los misiles de medio alcance Shahab, los cuales pueden alcanzar territorio israelí. Si bien en dicha ciudad hay varias plantas de investigación nuclear, la instalación bajo ataque no era una de esas. Irán dijo que los drones, que parecían ser cuadricópteros, habían apuntado a una planta de municiones y que fueron repelidos con éxito por las defensas antiaéreas del complejo.
Se trata del primer ataque conocido de Israel dentro de Irán desde que Benjamín Netanyahu volvió a ser primer ministro, y puede indicar que ha adoptado la estrategia de sus dos predecesores de ampliar los ataques israelíes dentro de Irán. Los cuadricópteros se han convertido en el modus operandi de estas operaciones y, en los últimos años, Israel los ha utilizado en varios ataques contra instalaciones militares clave en Irán, incluyendo en Karaj y Kermanshah. Los ataques demuestran que se dispone de información de inteligencia sobre la ubicación de estas instalaciones y pretenden sacudir a los dirigentes iraníes.
El ministro de Asuntos Exteriores iraní, Hossein Amir Abdollahian, anunció que este ataque no impedirá el programa nuclear pacífico de Irán. Israel, por su parte, deja claro con este ataque y otros similares que está decidido a impedir que Irán obtenga armas nucleares.