Irán demostró su compromiso de profundizar su relación con Rusia al aceptar la responsabilidad del suministro de drones que Putin utilizó el fin de semana para atacar a Kiev. Según funcionarios de seguridad iraníes y estadounidenses, estos explosivos también estaban acompañados de un paquete de misiles tierra-tierra de mediano alcance, que estarían diseñados para complementar el arsenal de guerra ruso y ayudarle al Kremlin en su intento por destruir la infraestructura eléctrica de Ucrania antes del inicio del tan temido invierno.
Según la inteligencia de EE.UU., además del suministro de drones, Irán envió a Rusia miembros de la Guardia Revolucionaria Islámica para enseñarles a las fuerzas militares rusas el modo adecuado y más eficaz de usar los aparatos bomba. El secretario de defensa del Reino Unido, Ben Wallace, viajó a Estados Unidos para discutir las estrategias que la comunidad internacional debe llevar a cabo para hacerle frente a esta nueva y peligrosa escalada de la guerra. Entre las propuestas abordadas, además de un nuevo paquete de sanciones para Rusia e Irán, se decidió que la OTAN le proporcionará un sofisticado sistema antidrones a Ucrania, para que pueda hacerle frente a los nuevos ataques con dicha tecnología.
