
Los resultados del primer experimento a gran escala de una jornada laboral reducida fueron un gran éxito. La organización 4 Day Week Global, fundada en Nueva Zelanda, coordinó un estudio en el Reino unido con unos 2900 empleados de 61 empresas que optaron por participar. La investigación estuvo a cargo de una economista de la Universidad de Boston y dos sociólogos de la Universidad de Cambridge. El ejercicio requería hacer una reducción “significativa” de la jornada de trabajo y mantener el mismo nivel de pago. Los empleados participantes, como era de esperarse, señalaron beneficiarse notablemente con el recorte en el horario. Las empresas también notaron cambios positivos y 56 dijeron que continuarían con la jornada reducida.
Beneficios para los empleados: el nivel de bienestar mejoró notoriamente. Un 39% reportó menores niveles de estrés y un 71% señaló menor agotamiento (burnout). En general los problemas de ansiedad, fatiga y sueño disminuyeron y aumentó la salud mental y física en general.
Beneficios para las empresas: el dato más importante reportado fue el aumento promedio del 1,4% en la productividad, pese a que sus empleados trabajaron menos horas. Comparado con el mismo período del año pasado, los ingresos de las empresas aumentaron un 35% durante el experimento. El número de renuncias se redujo en un 57%.
Los resultados también mostraron resultados positivos en términos de equidad de género. Los participantes reportaron tener más tiempo para cuidar de sus hijos, nietos o personas mayores. Los hombres dedicaron más tiempo al cuidado de los hijos que las mujeres, mostrando un impacto positivo en la igualdad de género con la semana laboral más corta, pero no hubo cambios en la distribución de tareas domésticas entre hombres y mujeres.
Acá pueden descargar el PDF con el reporte completo del estudio.