
Fuertes manifestaciones se desataron en Paramaribo, capital de Surinam, y terminaron con intentos de los manifestantes por tomarse el Parlamento. En la jornada de manifestaciones del pasado 17 de febrero, hubo fuertes turbas, enfrentamientos con la policía y robos a comerciantes de la zona. Además, los manifestantes traspasaron las barreras policiales con botellas y piedras, a lo que las autoridades respondieron con gases y balas de goma.
Al rededor de dos mil personas fueron congregadas, ya que, según los asistentes, no es sostenible el costo de vida en el país, sobre todo por las nuevas políticas económicas que ha venido implementado el gobierno. La más gravosa fue el anuncio del presidente, Chan Santokhi, de la eliminación gradual los subsidios —por recomendación del Fondo Monetario Internacional— con los que se suple parte del pago de servicios públicos y combustible.
El ministro de finanzas también apoyó las medidas de austeridad, asegurando que ya no era sostenible mantener los subsidios, debido a la elevada inflación en el país. Por su lado, el presidente, Santokhi llamó a los manifestantes al diálogo, al tiempo que pedía la detención de todas las personas involucradas y exigía mayor presencia policial, e incluso del ejército.
Los sindicatos que llamaron a las manifestaciones no fueron los únicos que se mostraron en contra de las decisiones del presidente. Dentro de su gabinete también habría fuertes tensiones, ya que miembros del Partido Nacional de Surinam anunciaron que se separarían de la coalición con el Partido de la Reforma Progresista, del cual hace parte el primer mandatario.