
Mery Gutiérrez, la nueva ministra de las TIC en el gabinete de Petro, es profesional en derecho de empresas de la Universidad de los Andes y especialista en nuevas tecnologías de la información de la Universidad Externado de Colombia. Es la cuota política del partido de La U en el nuevo gabinete: ellos mismos la recomendaron.
Antes de su nombramiento ejerció como productora de notables empresas de comunicaciones, como ESPN y Netflix. Pero lo más importante para entender el escándalo es que gerenció, fue representante legal y accionista mayoritaria (casi el 97% de las acciones) de la empresa Programar TV durante una década, hasta el primero de agosto pasado.
¿Qué hizo?
Su empresa interpuso una demanda por 45.000 millones de pesos contra la Agencia Nacional de Televisión ante el Tribunal Administrativo de Cundinamarca en 2014. Se trata de una solicitud de indemnización por un cambio en la programación de Canal Uno que afectaría por ese valor los intereses de la empresa, pues habría sido despojada de franjas televisivas para el 50% de sus producciones contratadas. Esa agencia hace parte del ministerio que entraría a dirigir, por lo cuál, de entrada habría un conflicto de interés que pondría en duda su elegibilidad para el cargo: no puede ser la contraparte judicial de la entidad que dirigirá.
En vista de la situación, en una reunión de emergencia de La U, el 1 de agosto, decidió prometer renunciar a la firma y a las pretensiones de la demanda para poder posesionarse. Sí renunció a su puesto, aunque seguramente un juez deberá decidir si es tiempo suficiente para que ya no exista ese conflicto. Sin embargo, la demanda continúa en pie.
Pero encima, se descubrió un documento de 2016 en el que prometió ceder el 20% de sus acciones sobre Programar TV a Ruth Dary Forero. Ella fue mano derecha de Everth Bustamante (ex M-19 pero actual miembro del Centro Democrático) mientras dirigió Coldeportes, que contrató varias veces a la empresa de la ministra designada, como lo hicieron muchas otras entidades del Estado. Las preguntas son: ¿ese 20% fue una coima para impulsar su nombre a cargos políticos o para conseguir contratos con Coldeportes? ¿Hubo otros acuerdos similares? ¿A quién cedió sus acciones, y con qué criterios, al renunciar para posesionarse?