La Personería de San José del Guaviare denunció un grave caso de explotación sexual de menores de las comunidades Jiw y Nukak en una zona de tolerancia en el casco urbano de San José. Lo más preocupante del hecho es que los responsables serían personal de las fuerzas armadas y al menos un militar estadounidense.
La Fiscalía estaría investigando a 118 militares adscritos a la Brigada de la Selva No. 22 del Ejército quienes habrían abusado de los y las menores a cambio de dinero, comida o drogas. Igualmente, la Procuraduría les pidió informes a distintas instituciones sobre sus acciones entre 2019 y 2022 incluyendo al ICBF, la Fiscalía, la Defensoría y las Comisarías de Familia de la ciudad.
Tristemente, no se trata de hechos nuevos. La Silla Vacía, en un reportaje de febrero del año pasado mostró la problemática de drogadicción y explotación sexual de los menores indígenas de la región.
También era conocido el caso del 2019 de una menor indígena de 10 años que fue violada quedó en embarazo y dio a luz. Según su familia, su victimario fue un militar estadounidense. Al respecto, el portavoz de la embajada de Estados Unidos en Bogotá, John Rhatigan, afirmó que no tenían conocimiento de los hechos ni de investigaciones por parte de las autoridades colombianas. Señaló que se toman muy en serio cualquier acusación y están comprometidos con cualquier pesquisa sobre este grave caso.
El presidente Petro también se manifestó sobre los hechos en su cuenta de Twitter. Ojalá la presión mediática y política que ha recibido este caso haga que se sancionen a los responsables y se protejan los miembros de estas comunidades que viven en condiciones precarias, lo que los hace particularmente vulnerables.
