
Vladimir Putin anunció ayer una movilización militar parcial en Rusia de reservistas para la guerra. La decisión representa una escalada significativa del conflicto, que pone tanto a la economía como a la población de su país en peligro. Asimismo, amenazó con represalias nucleares contra Ucrania, advirtiendo que su gobierno posee múltiples armas para responder a cualquier ataque.
Putin también aseguró que la movilización militar responde directamente a una amenaza de occidente, que presuntamente querría destruir su país; asegurando, además, que el servicio militar aplicaría únicamente a hombres que hayan servido a las fuerzas con anterioridad y no a reclutas nuevos o estudiantes. El presidente también anunció que el Kremlin tiene planes de anexar cuatro regiones ocupadas de Ucrania por medio de referendos.
El discurso de Putin fue no sólo condenado por la comunidad internacional , sino también por muchos de los habitantes de su país, quienes, apoyados por grupos oficiales de oposición, se unieron a una movilización multitudinaria en contra de su gestión, la cual ha dejado más de 1000 ciudadanos detenidos en las protestas. La fiscalía de Moscú amenazó con, mínimo, quince años de cárcel a los ciudadanos que desafíen las decisiones del alto mandatario.
Como consecuencia de los anuncios, la bolsa rusa profundizó su caída. Los índices del mercado de valores rusos cayeron en un 13%. Para hacerle frente a la situación económica, el gobierno ruso está discutiendo la configuración de un impuesto adicional para los exportadores de gas natural licuado y petróleo a partir del próximo año.