
Rusia reanudó ayer el suministro de gas a Europa a través del gasoducto Nord Stream, pero el flujo estuvo limitado al 30% de la capacidad máxima. El gasoducto, que conecta a Rusia con Alemania y que corre bajo el mar báltico, había cerrado el flujo desde el 10 de julio para hacer labores de mantenimiento habituales. Los alemanes temían que los rusos usaran los mantenimientos como excusa para cortar el suministro completamente en retaliación por las sanciones económicas impuestas por Occidente con motivo de la invasión a Ucrania.
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, declaró a la prensa que Rusia estaba chantajeando a Europa y usando el cierre del suministro de Nord Stream como un arma. Desde el inicio de la invasión Europa se está preparando para no depender de Rusia como principal proveedor energético. Alemania ya redujo su dependencia del 55% en febrero al 26% actualmente. La Unión Europea tiene varias propuestas en mente:
- Tener sus tanques de almacenamiento al 85% de capacidad para el 1 de noviembre.
- Fijar una reducción voluntaria de consumo de gas del 15% para todos los países miembro. La cuota podría volverse obligatoria en caso de una emergencia.
Por su parte, Rusia señaló que las implicaciones de que esté usando el suministro para presionar a Europa son totalmente falsas. Su excusa es que el flujo limitado se debe a la dificultad de importar una turbina debido a las sanciones impuestas al gobierno ruso.