El partido de Bolsonaro, Partido Liberal (PL), recibió una dura multa por parte del Tribunal Superior Electoral (TSE) brasileño impuso una alta multa por haber interpuesto una demanda con la cual intentaban revertir el resultado de las elecciones de octubre pasado.
El PL pidió que se invalidaran los votos depositados en cinco modelos de máquinas de votación usadas en las elecciones, los cuales supuestamente habrían fallado. Esos modelos en particular fueron utilizados en aproximadamente 280.000 mesas de votación, por lo que la demanda buscaba poner en cuestión un número muy alto de votos. Para llegar a esa conclusión, el PL presentó un informe del Instituto Voto Legal, contratado por el propio partido.
Alexandre de Moraes, presidente del TSE y magistrado de la Corte Suprema, había respondido inicialmente a la demanda pidiendo que se adjuntaran pruebas convincentes de los problemas de las máquinas y advirtiendo que el partido podría ser multado si insistía en la demanda. El PL no aportó las pruebas solicitadas. Por tanto, de Moraes decidió imponerles una multa de 22,9 millones de reales —el equivalente de 4,2 millones de dólares— y pidió investigar la responsabilidad del director del PL y del director del Instituto Voto legal. En su decisión, de Moraes consideró que los argumentos presentados no solo eran “absolutamente falsos”, sino que estaban presentados de mala fe y con el objetivo de azuzar a los movimientos antidemocráticos que quieren subvertir el resultado de la elección.
Brasil implementó el voto electrónico en 1996 y su sistema ha sido analizado por peritos nacionales e internacionales a lo largo del tiempo, sin que se hayan encontrado evidencias o sospechas de fraude.
