
El ministro de Economía de Perú, Alex Contreras, anunció que su país quiere aprovechar las condiciones favorables de la minería del litio para atraer inversiones en proyectos en ese sector. La decisión se da tras el anuncio de Chile de que el Estado tome un papel mayor en la explotación de ese recurso en su territorio.
Perú es el segundo productor de cobre en el mundo y, a pesar de que sus salares de litio no están en el “triangulo del litio” de Argentina, Bolivia y Chile, tiene reservas importantes del llamado petróleo blanco. Concretamente, Contreras indicó que están impulsando el proyecto de minería de litio de roca dura de Falchani en el departamento Puno, en la frontera con Bolivia. La concesión minera está en manos de la empresa canadiense American Lithium y tiene un valor estimado cercano a los seiscientos millones de dólares.
Contreras señaló que hay inversionistas interesados no solo en el proyecto minero, sino también en la construcción de plantas de baterías de litio, dada la alta demanda de estas en la industria de vehículos eléctricos.
Problemas de aprobación
El anuncio puede captar la atención de los inversionistas extranjeros, pero tiene un riesgo potencial importante. Puno fue el departamento que reaccionó de forma más vehemente frente a la destitución del expresidente Castillo. Las protestas continúan todavía, cinco meses después de la posesión de la presidenta Boluarte. Sin embargo, el gobierno ve las nuevas operaciones mineras como una alternativa importante para que la economía peruana crezca al 3% anual en los próximos años. El gobierno, justamente, redujo su meta de crecimiento para 2023 a 2,5%.