
La Plazuela San Ignacio se transformó este agosto en el escenario de la cultura en Medellín. El proyecto, que recibe el nombre de “Día-tras-noche”, está desarrollando una programación de veinticuatro horas al día para todo el público. Las actividades allí dispuestas van desde partidas de ajedrez hasta conciertos. Pasando, también, por competencias de tejo, futbolito, sesiones de lectura grupal y recitales de poesía.
La iniciativa —liderada por Comfama y en asocio con la Alcaldía de Medellín—, surge como una idea esperanzadora configurada en miras de combatir la violencia que padecen los habitantes de calle, las mujeres en condición de prostitución y las personas pertenecientes a la comunidad LGBTIQ+. En ese sentido, se busca también erradicar del imaginario colectivo la percepción de que el centro de la ciudad es un espacio que se encuentra irremediablemente sometido a las lógicas de la delincuencia. Con cultura se pretende no sólo dar protección a los sectores menos favorecidos de la población, sino que también desarrollar una pedagogía interactiva y de fácil acceso para que los ciudadanos refuercen sus conocimientos en temas de ética y convivencia ciudadana.
Así las cosas, con “Día-tras-noche” se espera que la Plazuela San Ignacio y el centro se conviertan en un sector común para las diferencias y el acceso de todo el mundo. Lo ideal es que se sigan generando proyectos de este tipo, en donde se resaltan los puntos de convergencia entre ciudadanos, para que el espacio público se constituya como un lugar dotado de cultura, buena convivencia y seguridad, sin importar la hora.