
Al menos 50 personas han muerto y cerca de 300 han resultado heridas en las protestas contra el Gobierno de transición de Chad. Las manifestaciones han estado caracterizadas por un uso excesivo de la fuerza por parte de la Policía en diferentes ciudades del país.
La manifestación en Yamena fue convocada para conmemorar la fecha en que los militares prometieron inicialmente entregar el poder y se llevó a cabo desafiando una prohibición del gobierno. Fueron organizadas por la sociedad civil, partidos políticos y líderes religiosos, que habían instado a la población a expresar de manera pacífica su descontento con la continuidad en el poder de la junta militar y los retrasos en la transición democrática, pero las autoridades cambiaron rápidamente el panorama. Los disturbios en Chad resaltan los profundos desafíos políticos que enfrenta la región del Sahel, que ha experimentado una serie de golpes de Estado en territorios clave en los últimos años, mientras los gobernantes luchan contra el aumento de la violencia extremista y profundos problemas sociales.