
El anuncio que hizo el fiscal general de Irán de abolir la policía de la moral sigue sin ser confirmado por las autoridades, lo que está generando gran confusión y malestar entre la sociedad civil. Por este motivo, activistas iraníes hicieron convocatorias para protestar los próximos tres días con movilizaciones y huelgas por todo el país, bajo la premisa de que lo dicho por el alto mandatario sólo fue un gesto vacío para mejorar la imagen del régimen.
Horas después del anuncio, los medios oficiales del país informaron, contrario a lo que se creería, un aumento de las patrullas, especialmente en las ciudades religiosas, que avanzan por el territorio reforzando la exigencia de el Hiyab. Esto estuvo acompañado, además, de algunas declaraciones por parte del gobierno en donde se señalaba la conclusión de la abolición de la policía moral como una malinterpretación de lo anunciado.
Las convocatorias de huelgas fueron lideradas, en un principio, por el colectivo Jóvenes de los barrios de Teherán, pero el llamado a protestar se extendió, rápidamente, a todas las ciudades del país.