
Vladimir Putin declaró la ley marcial en las cuatro provincias de Ucrania que Rusia se anexó de manera ilegal por medio de la celebración de referendos hace algunas semanas. Además, pidió al Consejo de Seguridad que aumente la vigilancia en Crimea y en las zonas fronterizas con el territorio ucraniano y le pidió a su primer ministro, Mijaíl Mishutin, que establezca un organismo que unifique el control sobre dichos territorios.
La ley marcial es un mecanismo de emergencia que prohíbe manifestaciones, impide a la población de que elija su lugar de residencia, legaliza las detenciones de extranjeros provenientes de cualquiera de los países en guerra y, como es de suponer, aumenta las facultades de la policía y los militares en términos de uso de la fuerza, dándoles vía libre para movilizar civiles incluso en contra de su voluntad.
El alcance del decreto se extiende incluso al territorio de Rusia cercano a las provincias invadidas de Ucrania. La ley impone a estos territorios un régimen de entrada y salida con el que se limita el movimiento de la población y que aumenta la vigilancia de sus infraestructuras, sobre todo de transporte y telecomunicaciones.