
Hace poco más de seis meses Olaf Scholz, canciller de Alemania, cerró seis centrales nucleares y puso fecha de cierre a otras tres. Todo con el fin de dar un paso contundente hacia la meta de depender en un 100% de energías renovables para 2030. Sin embargo, esta semana, el ministro de ambiente (del partido Verdem de hecho) tuvo que anunciar la decisión de reactivar las plantas de carbón del país para poder ahorrar gas natural de cara al invierno. Las comisiones de expertos han apuntado hacia la necesidad de volver a poner la energía nuclear sobre la mesa si el mundo piensa cumplir con los Objetivos de Desarrollo Sostenible y, sobre todo, han hecho especial énfasis en la importancia de no dar pasos, como este, de vuelta hacia la carbonización