
¿Se han preguntado por las técnicas de construcción con las que trabajaban las comunidades antes? Un grupo de investigación y bioconstrucción de Colombia, llamado proyecto Organizmo, está trabajando de la mano de comunidades del Pacífico, la Orinoquía y el Amazonas para recuperar estas técnicas antiguas de construcción.
La producción de cemento es una de las acciones que más contamina el planeta tierra, es el responsable del 6% de las emisiones mundiales de CO2. A pesar de que es el material por excelencia en la mayoría de construcciones actuales, como muchos materiales, se volvió popular en centros urbanos, pero por su costo no logró llegar a muchas zonas rurales donde habitaban distintas comunidades. Ana María Gutiérrez, líder del proyecto Organizmo, afirmó que “volver a construir con la tierra, con lo que el territorio nos da, es una de las formas más importantes para que las ruralidades de nuestros países mantengan la autogestión de su propio bienestar”.
Además de la autogestión, la recuperación de estas formas de construcción también reivindican las tradiciones de comunidades que por años han visto rechazadas su entendimiento del territorio y de la vivienda de una forma no occidental. Esta relación no únciamente extractivista con el territorio hace que la selección de materiales propicios para sus viviendas esté en coherencia con las condiciones climáticas, sociopolíticas y económicas que atraviesan a cada una de las poblaciones.
La comprensión del territorio como un espacio en el que se desarrollan distintos lazos con la comunidad y el diálogo entre las formas olvidadas, y en muchos casos rechazadas, de construcción, con las que se fueron configurando en la modernidad hace que este proyecto sea la puerta a una serie de aprendizajes y de intercambio de saberes necesarios para la construcción de viviendas dignas y sostenibles a partir de los recursos locales de cada comunidad.