
Once muertos y más de 100 personas heridas —entre ellos seis palestinos, un menor de edad y un miembro de la Yihad Islámica— dejó una redada del ejército Israelí en Naplusa, territorio palestino ocupado de Cisjordania. Al parecer, el ejército y la policía israelíes, habrían entrado con la intención de atrapar a unos sospechosos de ataques contra israelís. Según uno de los médicos locales, dos de los heridos eran reporteros que estaban cubriendo la noticia.
Durante el ataque —uno de los más violentos en Cisjordania durante las últimas dos décadas— el ejército israelí rodeó la casa donde se encontraban los dos militantes sospechosos y les exigieron rendirse. Frente a la respuesta negativa, el ejército comenzó el tiroteo, en que participaron también otros palestinos.
El ataque desembocó una nueva escalada de la violencia y la tensión entre los países, ya que este jueves, en respuesta al tiroteo en Cisjordania, seis cohetes fueron lanzados desde la Franja de Gaza contra el sur de Israel. Al parecer, cinco de los dispositivos lograron ser detectados y otro cayó en una zona abierta, por lo que no se registró ningún herido o daños materiales. En respuesta, el ejército israelí bombardeó infraestructura de la ciudad, incluyendo un centro de fabricación de armas y un complejo militar en Gaza, propiedad de Hamas.
Frente a la oleada de violencia, el coordinador especial de las Naciones Unidas para la paz en Medio oriente, Tor Wennesland, dejó clara su consternación por las muertes y preocupación por la situación. Además, hizo un llamado a las partes involucradas para evitar que se sigan dando ataques y se cree una aumento en la tensión entre los territorios.