
El agarrón al interior del gabinete de ministros por el proyecto de reforma a la salud es chisme de pasillo desde el consejo de ministros en el que fue socializado, pero se intensificó la semana pasada. Este fin de semana, se pasó del rumor a lo concreto, pues se filtró la carta que los ministros de Hacienda, Agricultura y Educación, así como el director del Departamento Nacional de Planeación (DNP) enviaron al presidente con sus críticas a la propuesta de la ministra Carolina Corcho. Carta que, según palabras de Petro a los ministros cuando fueron a presentarla, tumbaría la reforma de hacerse pública.
¿Qué dice en la carta?
Jorge Iván González (director del DNP), Cecilia López (Agricultura), Alejandro Gaviria (Educación) y José Antonio Ocampo (Hacienda) presentaron críticas que señalan que la propuesta podría ser inviable constitucional y presupuestalmente. Lo primero porque coinciden con quienes señalan que debe tener trámite de ley estatutaria, y no ordinaria, como decidió el gobierno, por afectar el acceso a un derecho fundamental.
Lo segundo, porque consideran que se subestima su costo y violaría las leyes de presupuesto y marco fiscal vigentes. Respecto a esto último, Corcho y Petro tienen como contraargumento que el modelo actual está costando demasiado al Estado y no es sostenible en el largo plazo
Pero las objeciones de los ministros no se limitan a la oposición a la reforma, sino que plantean alternativas. Por ejemplo, pasa con el punto central de disputa, que son las EPS. Si bien se oponen a ultranza a la propuesta de transición hacia un sistema que tenga como centro un pagador único estatal —como explicamos en nuestro resumen de la ponencia, coinciden en que el modelo puede aplicarse parcialmente en territorios alejados y que, mientras avanza la estrategia para mejorar el alcance, las EPS continúen atendiendo grandes focos poblacionales, como las ciudades.
¿Qué efectos tuvo?
Aparentemente, ninguno. El documento aparentemente fue pedido por Petro a los ministros cuando estos pronunciaron su molesta inicial, y dijo que se integrarían varios de sus elementos. Según ellos, los cambios que la ministra Corcho les presentó diciendo que eran integraciones de sus comentarios, son meramente cosméticos. A ello, Corcho habría respondido que sus posturas limitaban la posibilidad de un cambio real respecto al modelo actual, que es insostenible; pero ellos insisten en que la desfinanciación actual del Estado a la salud es intrínseca, y que omitir a las EPS como actores terminaría por hacer inoperante el sistema de salud.
¿Qué sigue?
En los próximos días empezará el debate de la reforma en el Congreso. Además de la oposición del Centro Democrático, que presentó una contrarreforma conjunta con el Partido Liberal, se sumaría la de otros partidos como el Conservador que, según Efraín Cepeda, no aceptará la reforma como está planteada.