
Roberto Jefferson, un político aliado del presidente Jair Bolsonaro, se atrincheró durante horas en su casa en Brasil para evitar ser detenido por la policía. El exdiputado, que cumplía prisión domiciliaria, llegó a atacar con un rifle y un par de granadas a varios agentes, dejando a dos policías con heridas leves.
El incidente ocurrió en Comendador Levy Gasparian, unos cien km al norte de Río, y se produjo a siete días de la celebración de unas elecciones presidenciales que transcurren en medio de un panorama muy tenso. Jefferson llevaba varios meses en arresto domiciliario por acusaciones de actos antidemocráticos y propagación de noticias falsas. Durante el periodo de arresto también se le acusó de amenazar a los jueces del tribunal que lleva su caso y se ordenó su regreso a la cárcel, en prisión preventiva, por saltarse el reglamento de detención domiciliaria.
A pesar de sus alianzas con el implicado, Bolsonaro se pronunció sobre la situación con inmediatez asegurando que rechazaba por completo las acciones del exdiputado en un vídeo que se entiende como un intento desesperado por mantener limpia su imagen antes de las votaciones. El suceso causó preocupación en todo el país justo en la recta final de la elección presidencial, que ha sido el periodo electoral más polarizado y polémico de Brasil en las últimas décadas. Como el presidente ha cuestionado la seguridad del sistema de votación, hay temor de que no acepte la posible derrota y, en consecuencia, anime a sus aliados y seguidores a movilizarse en contra de los resultados.