
Fotografía: BBC.
El mandatario ruso, Vladimir Putin, accedió a que los inspectores del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) visiten la planta nuclear ucraniana de Zaporiyia, tomada por las fuerzas rusas en Marzo, poco después del inicio de la invasión a Ucrania. La decisión fue tomada semanas después de que el director de dicha organización advirtiera que la instalación se encontraba completamente fuera de control.
Ucrania y Rusia se han acusado mutuamente de atacar la planta, lo que ha generado un gran riesgo de accidente nuclear. Según la OIEA, los seis reactores de la instalación han estado en completo funcionamiento durante todo el conflicto y esto es preocupante porque el organismo no ha podido visitar el lugar desde antes de que comenzara la guerra, lo que genera que no haya ningún informe fidedigno sobre el estado de los reactores; aunque el gobierno ucraniano asegura que se han tomado medidas para evitar que se produzca una emergencia.
Los bombardeos rusos contra edificios de la planta generaron rechazo internacional cuando dicho país se apoderó del lugar en marzo. La ONU, por su parte, le recomendó a Rusia no desconectar la planta de energía de Ucrania, después de que el gobierno de Moscú informara que tenían planeado hacerlo. Hasta ahora, la planta sigue operando con funcionarios ucranianos que trabajan bajo el mandato ruso.