
Una semana después de los brutales bombardeos rusos a algunas provincias de Ucrania que dejaron decenas de muertos y heridos, las autoridades de Kiev reportaron el impacto de varias bombas en la capital la mañana del lunes. Los ataques, realizados con drones bomba, provocaron una gran explosión en un edificio de viviendas de civiles que dejó tres muertos y un número igual de heridos.
En el distrito Shevchenko, ubicado en Kiev, se presentó lo que los expertos han denominado un enjambre tecnológico de drones bomba; se presume que los drones son de origen iraní. Aunque la defensa antiaérea de Ucrania consiguió derribar 26 de los 37 aparatos, las autoridades declararon que la concentración de los mismos fue lo dificultó su completa eliminación. En total fueron cinco las explosiones que se reportaron en la ciudad.
Como era de esperarse, la respuesta de la Unión Europea frente a esta nueva escalada de la guerra no se hizo esperar. Los ministros exteriores de la UE advirtieron a Irán que se enfrentaría a un paquete de sanciones sin precedentes si se comprueba que los drones bomba utilizados en contra de Kiev hacen parte de alguna suerte de apoyo militar que le están suministrando a Rusia.