
Rusia anunció que no continuará su colaboración en la Estación Espacial Internacional (EEI) y se retirará a partir de 2024. Yuri Borisov, el nuevo líder de Roscosmos, la agencia espacial rusa, hizo el anunció casualmente en una conversación con Putin. Borisov señaló que se había tomado la decisión de retirarse de la EEI después de 2024 y que ya era tiempo de que Rusia montara su propia estación. Putin respondió con un “bien”. Por su parte, la NASA señaló que no han recibido una notificación formal de Roscosmos sobre la colaboración en torno a la EEI, en la que también participan las agencias espaciales de Europa, Canadá y Japón. La NASA también informó que su plan continúa siendo el de continuar con el funcionamiento de la estación hasta finales 2030, año en el cual será sacada de órbita y se hará que se estrelle en un lugar remoto del Océano Pacífico.
La Estación Espacial Internacional consta de dos módulos, el Segmento Orbital estadounidense y el ruso. Mientras que el primero proporciona la energía de la estación con sus paneles solares, el segundo se encarga de la propulsión de la estación. El uno no puede funcionar sin el otro. No es claro, por tanto, el futuro a mediano plazo de la estación. Ayer fue el tema del suministro de gas a Europa, hoy la noticia es el retiro intempestivo y antes de lo previsto del que ha sido un proyecto de cooperación multinacional de más de dos décadas y de $100,000 millones de dólares. Es difícil no leer estas decisiones sin pensar en la doble intención de Putin tras ellas.