
Vladimir Putin sigue dando alertas sobre la posibilidad de que la guerra de Ucrania se convierta en un conflicto a escala europea o mundial. El alto mandatario de Rusia utilizó la acusación sobre una supuesta bomba sucia de Ucrania, para afirmar que ve muy alto el riesgo de que estalle la tercera guerra mundial por lo que, en consecuencia, necesita empezar a prepararse. Así las cosas, en la mañana del miércoles realizó un ensayo de ataque nuclear masivo que tiene en vilo a la comunidad internacional.
El gobierno ruso aprovechó, además, para ordenar un incremento de la seguridad en las infraestructuras energéticas del país, así como en puntos clave para el transporte; en respuesta al ataque en el puente de Crimea y a un supuesto plan de sabotaje en la central nuclear de Kursk. Según Serguéi Shoigú, ministro de Defensa de Rusia, tanto el ensayo de ataque nuclear, como el resto de refuerzos militares que el Kremlin está desarrollando obedecen únicamente a una preocupación derivada de supuestas provocaciones por parte de Kiev y sus aliados. Estas acusaciones no cuentan, hasta el día de hoy, con ninguna prueba fehaciente que las sostenga, por lo que son tomadas con preocupación por parte de la comunidad internacional.