Un convoy de mercancías y un tren de pasajeros tuvieron una fuerte colisión en la ruta que lleva de Atenas a la ciudad de Tesalónica. A la medianoche del martes, el tren de pasajeros venía cargado de jóvenes, pues la ciudad es un centro estudiantil y acababa de terminar la época de Cuaresma de la iglesia ortodoxa griega, por la cual muchos viajan a la capital, a kilómetros al sur, donde están sus familiares y sitios de culto.
Se habla de 43 muertos y decenas de heridos, algunos en situación crítica. Dos vagones quedaron casi completamente destruidos, y los otros gravemente averiados.
¿Qué lo causó?
Aparentemente, los trenes chocaron por un error humano de parte del jefe de la estación más cercana, que fue detenido y tendrá que responder ante la fiscalía. El hombre, encargado de la señalización, podría ser acusado de homicidio involuntario y lesiones corporales graves por negligencia, ya que aparentemente fue el causante de que los dos trenes fueran por la misma vía. En sus primeras declaraciones negó haber actuado mal, y dijo que se trataba de una falla técnica.
Es importante tener en cuenta que el sindicato de ferroviarios viene alertando sobre la situación crítica de seguridad en el sistema de tren.
¿Qué dice el gobierno?
Las versiones de los operadores concuerdan con la lectura y reacción gubernamental. Por su parte, Kyriakos Mitsotakis, el jefe de Estado, se pronunció lamentando la tragedia. El ministro de Transporte renunció horas después de la noticia, y afirmó que la red ferroviaria de Grecia fue recibido por la administración en un estado deplorable y lejano “de los estándares del siglo XXI”. Su dimisión, asegura, se debe a que se vio personalmente afectado por la magnitud del desastre: “cuando ocurre algo tan trágico, es imposible continuar y pretender que no ocurrió. Esto se llama responsabilidad política.”
