
La presión se hizo insostenible y Liz Truss renunció a su cargo como primera ministra del Reino Unido. Ayer en horas de la tarde frente al número 10 de Downing Street, Truss leyó una breve declaración de menos de dos minutos en la que señaló que había llegado al poder con la visión de implementar un modelo de bajos impuestos y alto crecimiento que aprovechara las ventajas del Brexit. “Sin embargo, reconozco que, dada la situación, no puedo cumplir el mandato por el que fui elegida por el Partido Conservador,” afirmó. En los 45 días que duró su gobierno —el más corto en la historia británica— su propuesta económica, el “mini budget”, desestabilizó los mercados, devaluó la libra esterlina y erosionó profundamente la aprobación de su gobierno y la del Partido Conservador.
¿Habrá elecciones?
No. El Partido Conservador tiene la mayoría en el parlamento y es consciente de su impopularidad en las encuestas. Llamar a elecciones podría resultar en una reducción sin precedentes del tamaño de la bancada conservadora. Por esto, los tories acordaron hacer un procedimiento exprés en el que la bancada designe al nuevo primer ministro o primera ministra. Entre los posibles reemplazos de Truss están Rishi Sunak, exministro de hacienda; Penny Mordaunt, exministra de defensa; Kemi Badenoch, actual ministro de comercio exterior y Grant Shapps, ministro del interior desde antier. También existe la posibilidad de que sea Boris Johnson.
La oposición criticó la decisión de los tories de usar un procedimiento interno, en vez de convocar a elecciones generales anticipadas. La próxima elección del parlamento tiene que programarse a más tardar en enero de 2025. Keir Starmer, líder del Partido Laborista señaló que los conservadores no tienen el consentimiento de la ciudadanía para hacer un simple reemplazo del liderazgo. La ministra principal de Escocia, Nicola Sturgeon, afirmó que llamar a elecciones era un imperativo democrático.
La persona que suceda a Truss tendrá un reto muy grande no solo por la precaria situación de los conservadores, sino porque asumirá el cargo un par de días antes de que el partido presente su nueva propuesta económica.
Al final, tuvieron razón quienes le apostaron a la lechuga.